¿Tienes un cachorro en casa? Hoy junto a Andrea Mencía, educadora canina, te daremos 3 consejos si eres un tutor primerizo (o no tanto).
Antes de llegar a los consejos, el primer paso será informarse de las características de esta etapa en el desarrollo del perro y así estar preparados para afrontarlas desde el inicio. ¡Justo lo que estás haciendo ahora!
Se entiende que la etapa de cachorros abarca desde el nacimiento del individuo hasta el inicio del proceso de maduración sexual, donde el perr@ pasaría a la etapa juvenil o adolescente.
¿Y a qué fechas nos referimos? Pues bueno, la realidad es que siempre que hablamos de fechas estas son aproximadas, ya que dependen de tamaño del perro, raza o mezcla de ellas e individuo concreto.
No obstante, la fase de cachorros comprende a su vez tres periodos: neonatal (0-14 días), transición (2 a 3 semanas) y de socialización (hasta los 4 meses apróx). Luego se encuentra la denominada fase de miedos (alrededor de los 5 meses) y el paso a la adolescencia (sobre los 5-6 meses).
Teniendo en cuenta todo ello, podemos pasar a darte los tres consejos básicos a tener en cuenta si convives con un cachorro o tienes pensado incorporar uno a la familia:
1- Atender a las necesidades con respecto a la etapa. ¿Qué quiere decir esto? Como hemos visto anteriormente, nos encontramos en el momento más importante y sensible de la vida de nuestro perro. Por lo que debemos trabajar para construir unos buenos pilares de equilibrio emocional, felicidad y adaptación en el futuro.
Para ello será imprescindible formarnos sobre:
- Socialización ¿cómo socializar a mi perro de forma adecuada para que pueda convivir tanto con personas como con otros perros y animales en su entorno?
- Habituación ¿cómo presentarle las distintas situaciones a las que va a ir enfrentándose de forma positiva: estar solo en casa, veterinario, viajar, distintas superficies, objetos, ruidos, etc.?
- Manejo ¿cómo conseguir que no le suponga un estrés ni malestar el hecho de ser manejado para realizar cualquier procedimiento médico, de higiene, transporte o afecto?
- Higiene ¿cómo enseñarle a hacer pis y caca fuera de casa?
- DESCANSO: entre tantas cosas a trabajar y lo adorables y graciosos que son, a veces caemos en el GRAN ERROR de prestarles atención y estimulación constantes sin permitir la cantidad y calidad de descanso que necesitan para un desarrollo saludable.
2- Consenso y coherencia en las decisiones. Las decisiones sobre las que los tutores suelen tener más dudas son: espacios permitidos (sofá, cama, habitaciones, etc), normas y límites en casa (darle comida mientras se come), herramientas de paseo (collar o arnés y tipo de correa) o rutinas (cantidad de paseos, horario, etc).
Sin embargo, lo más importante de este punto no son las decisiones que se escojan, sino que se dé un acuerdo entre todos los integrantes humanos de la familia para cada una de ellas
Por lo general, al perro le es indiferente y le está igual de bien cualquier opción, siempre y cuando, esta se mantenga de forma constante y se haga un buen uso de ella.
3- Crear un buen vínculo y comunicación común. Esto, además de hacernos felices a ambas partes, genera que en un futuro el perr@ no sólo haga las cosas por las consecuencias que obtiene, sino porque le gustan en sí mismas, porque disfruta de ellas y de la interacción con nosotros.
¿Y cómo comenzar a construir este vínculo de confianza, seguridad y diversión? Además de siguiendo los pasos que hemos descrito anteriormente: alegrándonos por sus avances, premiando su buena conducta y emoción, compartiendo momentos de clama y afecto, estableciendo límites coherentes, siendo guías en la calle y, sobre todo, A TRAVÉS DEL JUEGO.
A través del juego el perro entiende cómo debe usar su boca y su fuerza para interactuar con el entorno, aprende (o no) a gestionar su nivel emocional y autocontrolarse, desgasta física y mentalmente, aprende las consecuencias que tienen sus actos y experimenta emociones positivas (en nuestra ausencia, y lo que más nos interesa, en nuestra presencia).
Así que después de estos tres consejos, los cuales recordarás y agradecerás en un futuro (sobre todo en la próxima adolescencia), queremos mandarte muchos ánimos en esta etapa tan intensa, pero que pasa muy rápido, es preciosa y fundamental en la relación y vida de nuestro perr@.
Si necesitas más información o tienes alguna consulta, no dudes en contactar con nuestro equipo de profesionales caninos haciendo clic aquí. Nunca es demasiado pronto, y de hecho, siempre es mejor prevenir y atender las necesidades que tratar de solucionar los problemas.